Diabetes la enfermedad del siglo XXI
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Algunos de los trastornos alimenticios más comunes son:
- Anorexia nerviosa: se caracteriza por una restricción severa de la ingesta de alimentos, un miedo intenso a engordar y una distorsión de la imagen corporal. Las personas con anorexia nerviosa suelen tener un peso muy por debajo del normal y pueden presentar signos de desnutrición, como pérdida de cabello, amenorrea o hipotermia.
- Bulimia nerviosa: se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida seguidos de conductas compensatorias inapropiadas, como vomitar, usar laxantes o hacer ejercicio excesivo. Las personas con bulimia nerviosa suelen tener un peso normal o ligeramente elevado y pueden presentar signos de daño físico, como erosión dental, inflamación de las glándulas salivales o deshidratación.
- Trastorno por atracón: se caracteriza por episodios frecuentes de atracones de comida sin conductas compensatorias inapropiadas. Las personas con trastorno por atracón suelen tener sobrepeso u obesidad y pueden presentar signos de malestar psicológico, como depresión, ansiedad o baja autoestima.
- Trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos: se caracteriza por una falta de interés o una aversión persistente hacia la comida que conduce a una ingesta insuficiente o selectiva. Las personas con este trastorno pueden tener un peso normal, bajo o elevado y pueden presentar signos de deficiencias nutricionales, como anemia, osteoporosis o retraso del crecimiento.
¿Se pueden prevenir?
No hay una forma segura de prevenir los trastornos alimenticios, ya que son enfermedades multifactoriales que dependen de la interacción de muchos factores. Sin embargo, hay algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo o a favorecer la detección precoz de estos trastornos.
Algunas de estas medidas son:
- Fomentar una alimentación saludable y equilibrada, sin dietas restrictivas ni prohibiciones innecesarias.
- Promover una imagen corporal positiva y una autoestima saludable, sin basar el valor personal en el peso o la apariencia física.
- Evitar los comentarios o las críticas sobre el peso, la figura o la comida de uno mismo o de los demás.
- Educar sobre los riesgos y las consecuencias de los trastornos alimenticios y desmentir los mitos y las falsas creencias sobre estos trastornos.
- Estar atento a los posibles signos o síntomas de un trastorno alimenticio en uno mismo o en las personas cercanas y buscar ayuda profesional lo antes posible si se sospecha de un problema.
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